¡Ya cállate, guacamaya!

** El Santo Oficio .

/José Luis Martínez /

¿Quién será el próximo rey del cash? ¿O será una reina, como tantos suponen? ¿De dónde sale el dinero para las campañas de las denominadas corcholatas presidenciales de Morena? ¿Algún día se sabrá? El cartujo se hace estas y otras preguntas para olvidar, ojalá y para siempre, la existencia de la información contenida en los archivos hackeados a la Sedena por el grupo Guacamaya, difundida parcialmente por medios nacionales y extranjeros sin menguar —eso afirman—la fortaleza del Estado ni, mucho menos, el portentoso surrealismo de un país donde la verdad no está en los hechos ni en los datos, así sean oficiales, sino en la voluntad suprema de Palacio Nacional.

En ese lugar sagrado, donde se fragua el destino de la patria, se ha decidido“cancelar”, como se dice ahora, lo referente a millones de documentos donde se registran desde relaciones sospechosas de funcionarios de todos los niveles hasta transcripciones de inocuas llamadas telefónicas entre diversos personajes públicos, en una flagrante violación a la intimidad en un régimen en el cual, se afirma y la gobernadora de Campeche puede dar fe de ello, no se espía a nadie, incluidos enemigos políticos como el sórdido dirigente del PRI.

López Obrador decidió esta semana no responder sino ocasionalmente más preguntas sobre el tema, para “no manchar la mañanera”, ese inmaculado espacio de diálogo sobre el nuevo milagro mexicano, donde se pregona el respeto a las leyes, la disminución de la violencia y la pobreza, aunque nadie entre los “conservadores” quiera darse por enterado, entre ellos quienes son expulsados de sus comunidades por el crimen organizado o abandonan el país en busca de un mejor futuro para ellos y sus familias.

“Ya la guacamaya se volvió zopilote”, decretó el primer mandatario y con ello ha librado a sus funcionarios de responder preguntas incómodas, aunque el hackeo o las filtraciones los impliquen directamente, como al esquivo general Luis Cresencio Sandoval o al suavecito Adán Augusto López, quienes guardan silencio mientras la llamativa ave desaparece como por acto de magia del horizonte de la 4T.

Queridos cinco lectores, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.