Línea Política
Agustín Contreras Stein.
SI DANTE Delgado Rannauro, dueño de la marca política denominada Movimiento Ciudadano, no se ha animado para participar conjuntamente con el bloque político opositor para buscar la gubernatura del Estado de Veracruz, es mejor que lo haga cuanto antes, porque el tiempo está transcurriendo inexorablemente y es probable que, finalmente, quede fuera para que participe, como lo ha dicho siempre, de manera solitaria en un campo político, como lo es la entidad veracruzana, donde ahora, más que nunca, se requiere caminar acompañado.
A nivel nacional, se le han ido agotando todas las posibilidades de tener un candidato fuerte, capaz, con gran arraigo popular, que mantenga, cuando menos la estrategia de permanecer vigente, porque la verdadera guerra se escenificará entre Morena y el grupo opositor, este último, con gran alcance de un candidato que será, sin duda, competitivo, posiblemente extraído de la sociedad civil, porque los mismos ciudadanos, lo están pidiendo, es decir, quieren ver caras nuevas, con una imagen nueva y con propósitos distintos a los de ahora, tanto del partido político en el poder, como de las demás organizaciones políticas.
Dante, es un político con gran experiencia, con una larga trayectoria política, con una presencia, sin duda, importante en todo el territorio nacional, estratega político reconocido y un hombre que puede hacer las cosas bien, de tal manera que unido a la coalición, daría buenos resultados, pero debe olvidarse de la condición que impone la soberbia, para que pueda y deba, incluso, dictar línea política para escoger al mejor candidato a la gubernatura del Estado.
Por eso, la pregunta que hacemos, que finalmente, no es nuestra, sino captada en opiniones ciudadanas y de representantes de los diversos sectores que forman parte de la sociedad, acerca de si el ex gobernador de Veracruz, ya se animó para entrarle de lleno al trabajo político electoral en la entidad, donde se necesita que la oposición comience a operar, pero con rumbo cierto, porque pareciera que quieren arrancar a lo último, cuando el camino se haya aglomerado con el tránsito político de las huestes morenistas y de otras organizaciones afines a la cuarta transformación.
No hay, hasta este momento, acuerdos entre dirigentes de partidos políticos, ni tampoco de Dante, ni de aspirante que presione, pues todos están a la expectativa, de que todos se animen a iniciar la carrera política por la gubernatura.
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PEPE, Y HÉCTOR YUNES, ÚNICOS EN EL TERRENO DE BATALLA
CIERTO, TANTO PEPE YUNES, como Héctor del mismo apellido, son los únicos aspirantes a la candidatura para buscar la gubernatura del Estado, que se encuentran trabajando seriamente para conseguir sus objetivos políticos en Veracruz.
Los dos se reúnen cotidianamente con la ciudadanía de la entidad veracruzana, los dos se mueven como peces en el agua, debido a la experiencia que han tenido antes para buscar el voto popular. Nadie los detiene, porque donde quiera que se presenten caen, como dice el dicho, en blandito, porque son ampliamente conocidos en todos los rincones de la entidad.
Son, quizá, los que más conocen el Estado, los que más amigos tienen, los que son recibidos con atenciones y respeto, son, en pocas palabras, los más idóneos para disputar una candidatura que será otorgada con el consenso de varias organizaciones políticas y no de una sola, porque lo que se pretende es unirse, coaligarse, conjuntarse en una sola dirección que lleve rumbo seguro a un propósito fundamental de rescatar a la entidad veracruzana, que hoy, más que nunca, se encuentra en serio peligro de estabilidad política, económica y social.
Por eso, mientras Héctor Yunes, está en un lado del Estado, Pepe Yunes, lo hace en otro escenario político, pero ambos, por separado, en busca de una sola meta, es decir, el momento cumbre en que la coalición política de partidos, respalde al mejor que garantice un resultado electoral positivo para Veracruz.
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DE LOS YUNES DEL ESTERO, YA NO SE HABLA
TANTOS HAN SIDO los pecados cometidos por los Yunes del Estero, que en estos momentos no hay muchos veracruzanos, que los mencionen. Tal parece que no los quieren nuevamente en el escenario político de la entidad veracruzana, más si a todo esto se le suma la posibilidad de que, en cualquier momento, se revivan expedientes y carpetas pendientes, en manos del gobierno de la cuarta transformación, pues menos, porque ellos mismos, tendrían que alejarse, incluso fuera del país, para no ser perseguidos.
Hace poco, recordábamos, en una de nuestras entregas de esta columna, que los Yunes del Estero, estarían vetados, cuando menos, para esta jugada política del dos mil veinticuatro, porque el señor de palacio nacional, no olvida nada, menos las ofensas que le hicieron cuando era candidato a la presidencia de la república, si mal no recordamos, porque, sencillamente, todo tiene un límite y parece que en ese entonces hubo exceso en la referencia personal.
Por eso, de los Yunes del Estero, ya no se habla.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.