Más claro…
Por Felipe Mendiola Parra
La unidad al interior de los partidos políticos será el primer gran escollo que tendrán que superar los aspirantes y los dirigentes de esos 14 institutos políticos, que participarán en la contienda electoral del 6 de junio de 2021.
Que existan diferencias de criterio al interior de un mismo partido, podríamos pensar que es hasta sano y necesario, pero se tendrán que ir superando con el verdadero liderazgo que exista en cada una de esas instituciones. No puede ser prolongado el pleito.
Las diferencias que existen en el estado de Veracruz, en algunos de esos partidos son muy conocidas, como la que hay entre el presidente del partido azul, Joaquín Guzmán Avilés y el militante, ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, los dos pretenden sus posiciones; En Redes Sociales Progresistas muchos saben de la distancia que hay entre Antonio Lagunes Toral y Jorge Luis Callejas Hernández, porque no se acaban de entender y cada uno piensa que tiene más poder. Así podríamos ir mencionando lo que hay en esos partidos de oposición.
En cada uno de esos organismos hay una dirigencia que lleva el orden del día, en cada una de las acciones que realicen los líderes de todos los niveles y sus aspirantes y después precandidatos.
En el caso de MORENA, el partido en el poder, su fundador es el presidente Andrés Manuel López Obrador y, en el estado Cuitláhuac García Jiménez, ellos son los que trazan la línea de las acciones que se puedan emprender y por supuesto el dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo.
Quienes se hagan ilusiones pensando otra cosa, pues sencillamente desconocen los procedimientos de la política, la disciplina, donde no todos pueden mandar o hacer lo que quieran y podrían poner en riesgo el triunfo.
Si es verdad que existe la figura del dirigente nacional del partido guinda, que tendrá que vigilar las elecciones de todo el territorio mexicano, también es cierto que el que manda en Veracruz y ganó las elecciones en 2018, es el actual gobernador.
Los dos se necesitan, los dos conocen el arte de la política, los dos saben que lo importante serán los resultados en las urnas, porque seguramente, esa fue la encomienda que les dio López Obrador.
En la pirámide social, los que más votan son las clases media, media-baja y baja. Algunos de estos hasta se apasionan, y no hay que investigar mucho para observar que esas franjas son las que reconocen el trabajo del gobierno morenista.
La moneda está en el aire y el próximo año se conocerán los avances de cada partido y de sus respectivos candidatos, que se convertirán en diputados locales, diputados federales y alcaldes. Más claro ni el agua.
