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31/03/2022/ El inicio de un nuevo conflicto en Europa con la invasión de Rusia a Ucrania ha generado mucha preocupación a nivel mundial ante la posibilidad de que las tensiones con Occidente escalen a tal punto de que se origine una guerra en el planeta.
Los expertos en geopolítica y seguridad han explicado que es poco probable que se llegue a un escenario tan devastador como este, pero muchas personas se preguntan qué ocurriría en caso de una Tercera Guerra Mundial con armas nucleares.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, sorprendió al poner en alerta especial a sus fuerzas nucleares debido a las “declaraciones agresivas” sobre Ucrania y los líderes de la OTAN.
“A cualquiera que considere interferir desde el exterior: si lo hace, enfrentará consecuencias más grandes de las que haya enfrentado en la historia”, indicó Putin.
Este pronunciamiento encendió las alarmas sobre si verdaderamente el mandatario ruso estaría dispuesto a usar el denominado ‘botón rojo’ en medio de este conflicto; algo que muchos expertos han considerado como unas palabras disuasorias para mostrar su poder en medio de las tensiones.
Precisamente, unos de los argumentos que utilizan los líderes políticos y analistas es que el poder nuclear de los países ha servido como una “arma de disuasión” desde la Segunda Guerra Mundial y ha llevado a las potencias militares a contenerse de realizar acciones extremas o peligrosas ante la posibilidad de acabar con la especie humana.
Un equipo de investigadores del programa de Ciencia y Seguridad Global de la Universidad de Princeton (EE.UU) realizó un análisis en 2019 de lo que sería un guerra nuclear entre los países de Occidente (OTAN) y Rusia.
Los expertos estimaron que 91.5 millones de víctimas podría dejar estas devastadoras confrontaciones, de las cuales 34.1 millones podrían ser de muertes inmediatas y 57.4 millones estarían relacionadas con heridos.
Precisamente, Estados Unidos en conjunto con Rusia son las dos principales potencias nucleares del mundo.
Un informe del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) reveló que en el mundo hay más de 13.000 armas nucleares, de las cuales 6.255 estarían en manos de Rusia, 5.550 (Estados Unidos), 350 (China), Francia (290), Reino Unido (225), Pakistán (165), India (160), Israel (90) y Corea del Norte (40-50).
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Los antecedentes que tiene la humanidad de bombas nucleares datan de agosto de 1945 durante la Segunda Guerra Mundial, en donde Estados Unidos lanzó un ataque contra Japón soltando dos bombas atómicas sobre la ciudades de Hiroshima y Nagasaki.
Estas dos bombas han sido las únicas que se han utilizado en el mundo directamente contra una población y según la ONU dejaron más de 200.000 muertos por la explosión, pero se estima que 400.000 personas más fallecieron décadas después debido a problemas de salud relacionados con la radiación.
Los escenarios simulados
El video que muestra una proyección simulada de un conflicto entre Rusia y Occidente da cuenta que las primeras armas nucleares serían detonadas en Europa tras sostener un enfrentamiento convencional militar que daría origen a la Tercer Guerra Mundial
La investigación denominada como ‘Plan A’ revela que tras cruzar este límite militar, Rusia enviaría sus primeros misiles nucleares hacia bases de los países que conforman la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por lo que esta alianza respondería lanzando ojivas nucleares de regreso provocando la muerte de 2.6 millones de personas en pocas horas.
El conflicto se comenzaría a expandir sobre otros países con este lanzamiento reciproco de misiles y bombas nucleares destruyendo a Europa. Ante esto, la OTAN tendría que responder lanzando nuevas armas atómicas terrestres y submarinas de EE.UU. (600) haciendo que la cifra de muertos sume más de 3.4 millones adicionales.
Con la incursión estadounidense, el conflicto nuclear también se trasladaría a América del Norte ya que Rusia empezaría a lanzar sus armas de largo alcance para defenderse antes de perder completamente sus sistemas de control.
“Con el objetivo de inhibir la recuperación de la otra parte. Rusia y la OTAN apuntarían a las 30 ciudades y centros económicos más poblados de ambas partes usando ojivas dirigidas a cada territorio provocando la muerte de 85.3 millones de personas”, reseña la simulación.
Los científicos aseguraron en su proyección que una guerra entre Occidente y Rusia provocaría en total 91.5 millones de víctimas (34.1 millones de muertes inmediatas y 57.4 millones de heridos), sin contar las muertes que se generarían semanas o meses después por factores como la radiación y la lluvia nuclear.
Los investigadores de la Universidad de Princeton indicaron que esta simulación se basó en datos sobre armas desplegadas, posibles objetivos y la evolución de un conflicto nuclear para llamar la atención al mundo sobre las “consecuencias potencialmente catastróficas” que una guerra de estas características tendría para el planeta.
Finalmente, todo este tipo de trabajos académicos y simulaciones sirven para alertar las implicaciones de esta amenaza tal y como el científico Albert Einstein advirtió después de la Segunda Guerra mundial: “No sé con qué armas se peleará la Tercera Guerra Mundial, pero la cuarta será con palos y piedras”.