* Escrito por Citlalli López Velázquez .
* La víctima, quien tenía discapacidad por enfermedad, fue desaparecida y asesinada con violencia.
30.06.2023 /Cimacnoticias.com/ Oaxaca.- Estela Rojas Peña fue desaparecida y asesinada con violencia, y debido a la enfermedad degenerativa que le limitaba el movimiento y la fuerza no pudo defenderse. Aun así, un juez de Oaxaca consideró que su muerte fue un homicidio simple.
“Estamos sorprendidas por la decisión del juez, creemos que por el hecho de que dos hombres estén en una habitación con una mujer y cualquiera de los dos la asesine, ya están en condición de ventaja. La otra, que Estela tuviera una enfermedad que no le permitía defenderse es todavía más ventaja, entonces no entendemos por qué el juez lo consideró un homicidio simple”, señaló Elizabeth Rojas Peña, hermana de la víctima.
El Código Penal de Oaxaca en su artículo 289 señala que al responsable de cualquier homicidio simple intencional y que no tenga señalada una sanción especial en este Código, se le impondrán de doce a veinticinco años de prisión. En el artículo 290 agrega que “si el homicidio se cometiere en riña se aplicará al provocado de cuatro a ocho años de prisión; y de ocho a doce años al provocador”.
Autoridades de Oaxaca, negligentes al atender el caso de Estela
El camino para la familia ha sido largo y lleno de obstáculos. En el inicio del proceso, solicitaron en dos ocasiones que se investigara bajo el protocolo de feminicidio ya que existían elementos para hacerlo; sin embargo, la solicitud fue negada. Así, los imputados estaban siendo procesados por el delito de homicidio calificado, pero este martes en la audiencia de fallo deliberatorio el juez reclasificó a homicidio simple.
Miriam del Rayo Alonso Pacheco, abogada de la familia de Estela, indicó que existían elementos para considerar que el asesinato era homicidio calificado y que merecía la pena máxima de 40 años debido a que los victimarios eran conocidos de Estela y abusaron de la confianza que ella les tenía. Esta clasificación era posible, sobre todo, porque Estela estaba en una condición de suma vulnerabilidad debido a la disminución en su movilidad por un padecimiento congénito que la limitaba a correr e incluso hacer movimientos de defensa con sus manos, ya que también tenía artritis.
Estela Rojas Peña fue desaparecida el 27 de noviembre de 2019. Acudió a un restaurante en el municipio de Santa María El Tule, a unos kilómetros de la capital oaxaqueña para reunirse con Armando N. y tratar asuntos de trabajo. El 28 de noviembre su familia la reportó como desaparecida. Un día después, el 29 de noviembre, su camioneta fue hallada y más tarde, a varios kilómetros de ese lugar, encontraron el cuerpo sin vida de Estela en un terreno baldío.
Durante el proceso de investigación, Armando N. falseó información respecto a la última vez y lugar donde vio a Estela. Las imágenes de un video vigilancia desmintieron sus declaraciones. Tras lo anterior decidió darse a la fuga y mantenerse oculto. Fue un trabajo de coordinación entre colectivas feministas de Oaxaca y Quintana Roo que el agresor fue localizado y detenido por las autoridades.