*Se suponen están manipulados por quien controla Guerrero: Los Ardillos.
10.07.2023. Chilpancingo, México. – El caos estalló en la ciudad de Chilpancingo cuando un grupo de más de 4.000 ciudadanos de tres localidades del municipio, armados con palos, lanzaron un ataque a la base de transporte de Tlacotepec como lo hicieran el sábado contra transportistas pues los Ardillos, grupo de la delincuencia organizada, para presionar a las autoridades a liberar a un líder transportista y su chófer.
A las 11 de la mañana de este lunes, cientos de policías estatales y agentes de la Guardia Nacional permanecían en la autopista del Sol, a la altura del Parador del Márquez, creando un cerco policiaco para resguardar de bloqueos la carretera Acapulco- CDMX ante la llegada de unos 200 transportistas y miles de pobladores de pueblos del valle de Chilpancingo y municipios vecinos que portaban palos, machetes y bombas molotov.
En respuesta a la escalada de la situación, el gobierno del estado desplegó rápidamente un puesto de control integrado por agentes de policía fuertemente armados y vehículos blindados de seguridad. A pesar de la presencia de las fuerzas del orden, la turba enfurecida logró atravesar el puesto de control y les permitió ingresar a la ciudad llegando hasta el palacio Municipal cuya puerta derribaron con un rino, robado a los policías y guardia nacional.
A medida que la situación se intensificó, los funcionarios del gobierno tomaron medidas inmediatas para garantizar la seguridad de las instituciones y el personal clave. El Palacio de Gobierno, la Fiscalía General del Estado, el Congreso Local y las oficinas de la CNTE se encontraban entre los locales evacuados.
En toda la ciudad, estallaron tiroteos esporádicos en varios lugares, lo que generó preocupación sobre el deterioro de la situación de seguridad. Los informes sugieren que un grupo criminal de la notoria región de Tierra Caliente fue responsable de la violencia. Sorprendentemente, miembros del grupo habrían detenido a miembros de la Guardia Nacional y la Policía Estatal.
A raíz de la escalada de violencia, se suspendió el servicio de transporte público, lo que agregó más perturbaciones y caos a la ya tensa situación. A pesar de la gravedad de los hechos, no se han emitido comunicados oficiales por parte de las autoridades instando a la calma entre la población ni detallando medidas para garantizar la seguridad ciudadana.
Los ciudadanos de Chilpancingo esperan ansiosamente una respuesta del gobierno y esperan una acción inmediata para restaurar la paz y la seguridad en su ciudad. La situación sigue siendo volátil ya que las autoridades continúan lidiando con los desafíos que plantea el grupo armado y la población cada vez más vulnerable.
El gobierno mexicano se enfrenta a una prueba importante en su capacidad para abordar rápidamente la escalada de violencia y restablecer el orden en Chilpancingo. La seguridad y el bienestar de los ciudadanos penden de un hilo mientras las autoridades navegan por estas circunstancias desafiantes.
El sábado dejó un taxista muertos otro calcinado y otro desaparecido en la capital del Estado.
El sábado el enfrentamiento había dejado una serie de ataques armados contra conductores de transporte público y quema de unidades son parte de una jornada de violencia e ingobernabilidad en Tixtla y la capital del estado este sábado.
Hasta las 5 de la tarde, el saldo era de un taxista asesinado, otro calcinado, uno desaparecido y uno más lesionado a balazos. Además del incendio de tres taxis.
– La capital de Guerrero se vio sumida en la violencia este sábado, con una serie de ataques devastadores contra el transporte público. Nueve unidades pertenecientes a las comunidades de Petaquillas, Chilapa y Mochitlán fueron incendiadas, objeto de disparos y ataques con granadas de fragmentación.
En los trágicos sucesos, al menos cinco conductores de transporte público perdieron la vida, mientras que otras tres personas resultaron heridas.
Los incidentes comenzaron en la madrugada con el ataque a un taxi de Chilpancingo y una Urvan de la ruta hacia la comunidad de Colotlipa, en el municipio de Mochitlán. Estos dos actos violentos ocurrieron casi al mismo tiempo. Según los informes policiales, alrededor del mediodía, hombres armados lanzaron una bomba molotov contra la Urvan de la ruta Chilpancingo-Colotlipa, en el céntrico barrio de San Francisco. Asimismo, en la colonia PPS, un taxi también fue blanco de una bomba molotov.
Más tarde, alrededor del mediodía, dos taxis de Chilpancingo fueron incendiados en diferentes puntos del municipio de Tixtla, ubicado a menos de 20 minutos de la capital. El primer taxi fue atacado en la colonia 6 de Noviembre, a lo largo de la carretera federal Tixtla-Chilapa. El conductor fue hallado muerto a pocos metros del lugar, victima de disparos.
En el barrio de San Isidro, casi en el centro de Tixtla, hombres armados interceptaron un taxi, obligaron al conductor a bajar y luego rociaron gasolina en el vehículo antes de prenderle fuego. Afortunadamente, el taxista no resultó herido.
Sin embargo, los ataques se intensificaron entre las 4 y las 6 de la tarde en Chilpancingo. A las 4 de la tarde, en la base de la Urvan de la ruta Chilpancingo-Circuito Azul, en Mochitlán, un conductor fue asesinado a balazos.
Una hora después, en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, cerca de la comunidad de Petaquillas en la capital, dos taxis fueron incendiados con los conductores aún en su interior. Ambos choferes fallecieron a causa de las quemaduras. En ambos ataques, hombres armados interceptaron los vehículos, dispararon a los conductores y luego les prendieron fuego.
Poco después, en el libramiento Chilpancingo-Tixtla, una Urvan de la ruta Chilpancingo-Chilapa fue objeto de disparos. Una pasajera y el conductor resultaron heridos. El chofer fue reportado en estado grave debido a las heridas de bala.
Alrededor de las 6 de la tarde, otro taxi fue atacado a balazos en la colonia Viguri. El conductor fue asesinado y posteriormente el vehículo fue incendiado.
La violencia desatada en Chilpancingo ha generado un clima de temor e inseguridad en la ciudad. Las autoridades locales se enfrentan a un desafío importante para restaurar el orden y garantizar la seguridad de los ciudadanos afectados por actos de violencia sin precedentes.