En Finanzas, en el Sexenio de Enfrente, ¿Lucha Contra el “Efecto Pulque”?

Los Dados de Dios

NIDIA MARIN

No, no es nada parecido al “Efecto Tequila” (¡salud!) que asoló a México en el último año de gobierno de Carlos Salinas de Gortari y la llegada del nuevo mandatario Ernesto Zedillo.

¡Desde luego que no!

En el México actual lo que en todo caso estamos viviendo es un “Efecto Pulque” -ya sea curado de avena, apio, fresa, guayaba o manzana- tras las loqueras de sustracción económica realizadas por el actual mandatario, quien este año deberá entregar la banda a una mujer, lo cual se puede traducir en un infarto para alguien como el tabasqueño aferrado al poder.

Y en la voz de Chava Flores…

“Se inauguró en la colonia Pensil / la pulquería de Osofronio el mayor/

“Los Pulques de Apan se llama el cubil / y hubo banderas a todo color. /

“Con vil fuchina pintó el aserrín / con que adornara banquetas y salón”.

Además…

“Ricos curados de tuna y melón, / de avena, piña, de fresa y limón; /su carbonato pa’l tlachicotón; / jarro caliente, tarrito o “camión”./

“Pa’ las mujeres, “Entrada especial” / servicio en l’obra, por si es asté albañil; cuando cerramos, pos le toreamos; para sus fiestas prestamos barril”.

EN CABALLO DE HACIENDA

O A LOMO DE BURRO VIEJO

Ya lo decretó el encargado de Morena, Mario Delgado, al asegurar que en México este final de sexenio no habrá crisis económica.

¡Ya lo dijo!: los mexicanos galopamos en caballo de hacienda. Pero la realidad que nos abofetea, nos lleva a lomo de burro viejo.

Ciertamente, hoy no ha habido devaluación de la moneda como en 1976. Tampoco crisis de deuda externa, como en 1982, ni aprieto bancario como en 1994, o contagio por la recesión del vecino de 2008 a 2012 y estancamiento de la inversión de 2018, perooo México deberá pagar, en el próximo sexenio y a un futuro impredecible, las consecuencias de los gastos realizados en el actual gobierno para unas obras faraónicas que han resultado un fiasco.

En la historia quedará grabado cómo se les dio fin a los programas sociales, como el Apoyo a la Vivienda, la Atención a los Jornaleros Agrícolas, los Comedores Comunitarios, el Empleo Temporal, la Formación de Recursos Humanos y el de Apoyos para la Protección de Personas en Estado de Necesidad, por ejemplo.

Esos y muchos otros recursos que ayudaban a sectores de mexicanos desfavorecidos fueron canalizados a decenas de obras que no han funcionado… ni funcionarán en un buen tiempo, mientras la ciencia del mundo en la materia se mueve con la mirada puesta en el futuro del orbe.

De tal manera que el “Efecto Pulque” no me hace feliz, ya que expertos como el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) refiere que el Paquete Económico 2024 contempló un endeudamiento histórico de 5.4% del PIB, bajo la premisa de impulsar la economía con un mayor gasto público.

Dice que, al analizar la deuda pública desde la perspectiva de la sostenibilidad fiscal, “bajo los supuestos de los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) 2024, el crecimiento económico sería de entre 2.5% y 3.5%, alcanzando una productividad laboral positiva de apenas el 0.3% anual. Por lo que, el crecimiento económico proyectado se basa en un mayor número de personas trabajando, y no porque los empleos sean más productivos”.

Pero el moreno de este fin de mandato así es… ya no haya como evitar que uno de los peores sexenios llegue a su fin enlodado por la propia acción de padre, hijos… sin espíritu santo.

Hay que ver nada más el futuro en los próximos seis años para aterrarse. Desde ahora lo advierten. Ya lo investigaron y elaboraron en el CIEP el documento “Sostenibilidad de la Deuda Pública en México. Análisis y Perspectivas del Paquete Económico 2024 y dice que “considerando la transición demográfica y las estimaciones y tendencia de los ingresos y el gasto público, el indicador de la deuda por persona en 2030 incrementaría a 174 mil 801 pesos, debido a que los ingresos públicos representarían el 20.3% del PIB y que el gasto primario sería del 23.9% para el mismo año”.

Los que todavía estén aquí en la entrada de la siguiente década y libren al lenguaraz del zócalo, sabrán si como dijo el CIEP…

“Lo anterior representa retos para plantear estrategias que mejoren la eficiencia en el ejercicio del gasto y, a la vez, impulsar el crecimiento económico y el desarrollo social para ampliar la carga tributaria con equidad para todas y todos los mexicanos. Por lo que es esencial priorizar inversiones que fomenten el crecimiento económico a largo plazo, como la educación inicial y la salud pública, lo que también aumentaría la productividad laboral y los ingresos futuros.”

No es todo…

“Asimismo, las políticas públicas deben considerar el impacto intergeneracional de la deuda y evitar cargar esta responsabilidad fiscal a las futuras generaciones, ya que, implementar un mayor gasto sin financiamiento en el presente, se traduciría en mayores impuestos en el futuro.

“Otro punto relevante a considerar es la disminución de los ingresos petroleros, pues pasaron de representar el 44.3% de los ingresos totales en 2008 al 18.4% en 2023, por lo que se deberían desarrollar estrategias para diversificar las fuentes de ingreso del gobierno y, a la vez, mejorar la eficiencia en el gasto público”.

Es posible que si hay habilidad y buen gobierno el efecto pulque se lleve con serenidad.

Sí.

“¡Los Pulques de Apan, / los que solapan / los cuetes diarios de toda la Pensil!”