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Veracruz. 04 septiembre 2020.- Durante la emergencia sanitaria se ha destacado la labor del personal médico que atiende a los pacientes hospitalizados. Los camilleros hacen equipo con ellos, y constituyen un eslabón para que los procesos médicos se lleven a cabo en óptimas condiciones.
Con un poco más de un año de antigüedad en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el camillero Manuel Alberto Martínez Torres no imaginó apoyar en la atención de pacientes hospitalizados por COVID-19.
Desde el inicio de la emergencia sanitaria, ha estado asignado al quinto piso del Hospital General Regional (HGR) en Orizaba, en donde apoya a las enfermeras para bañar a los pacientes que no pueden hacerlo por sí mismos, y movilizarlos para evitar lesiones en la piel.
“Cuando son dados de alta, nos corresponde bajarlos para que se reencuentren con su familia. Momentos que son muy gratificantes, ya que nos permiten ser parte de la alegría y emoción al recibir a sus pacientes, con los que no habían tenido contacto por varias semanas, en algunas ocasiones”, enfatizó.
Dijo que aunque los camilleros no salvan vidas como los médicos, canalizan o aplican medicamentos como las enfermeras, y su intervención, aunque pequeña, contribuye al proceso de atención a los pacientes.
Manuel Alberto también se contagió de COVID-19, pero su cuadro fue leve y le permitió reincorporarse a su labor, una vez pasado el tiempo establecido por los médicos.
Dicha experiencia le permite tener empatía con los pacientes y la lucha que enfrentan, por lo que en equipo con el resto del personal, hace lo mejor para cada uno de los enfermos.