Cuando la epidemia de influenza A (H1N1) 2009 en México, al principio se consideró que iba a tener magnitud catastrófica como la pandemia del 1918 y en México se tomaron medidas drásticas como el cierre de escuelas y lugares de alta concurrencia de personas. Veracruz fue el origen del paciente cero por considerarse provenía de la crianza de cerdos en la zona de Perote. Las medidas y oportunidad con que fue atajada en Veracruz la propagación fue ejemplo nacional y hoy el ISSSTE recuerda algunas de esta precauciones higiénicas que se adoptaron en la sociedad veracruzana poco a poco se fueron olvidando.
El ISSSTE dice: “No viajar a Wuhan, China si no es necesario; en caso de ir a este lugar, se sugiere vacunarse contra las enfermedades que están en el esquema nacional de vacunación, lavado frecuente de manos con agua y jabón, no saludar de beso ni de mano, al toser o estornudar cubrirse nariz y boca con el antebrazo y no con la mano, no compartir uso de utensilios que tengan contacto con mucosas y usar cubrebocas para proteger boca y nariz, no automedicarse y acudir al médico cuando se tienen padecimientos respiratorios”.
Falta ver si centrales de autobuses toman las recomendaciones preventivas para que ostensibles enfermos de estos males contagien a los demás, como ejemplo de muchos otros sectores que deben contribuir a la no propagación de la pandemia,.