Alvarez Buylla, de Conacyt, perdió la memoria

MARCO ANTONIO GARCÍA GRANADOS

A pesar de su talento y reconocimiento académico como “investigadora de tiempo completo”, María Elena Álvarez Buylla, directora del Conacyt, se benefició con más de 17 millones de pesos en sus más de 20 años como estudiosa de las ciencias biológicas.

Sin embargo, tras sus controversiales declaraciones acerca de la extinción el domingo pasado de los 109 fideicomisos que sufragaba el gobierno federal para diversos programas, la doctora en ciencias sufrió un grave ataque de amnesia y no obstante ser beneficiada durante dos décadas por el propio régimen, arguyó lo dicho por su jefe, Andrés Manuel López Obrador: que dichos fondos “¡eran fuente de corrupción!”

Para asombro de propios y extraños, de ella misma, arguyó en su cuenta personal de twitter que “cuando se crearon los fideicomisos fueron denunciados como fuentes de corrupción, instancias opacas y modos de desviar recursos; hoy extraña que esto no se recuerde. En Conacyt estamos de acuerdo con su extinción”.

Con documentos del propio gobierno federal, quedó plasmado que la controvertida directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología recibió recursos por 17 millones 228 mil 714 pesos como financiamiento a diferentes proyectos que llevó a cabo en su carrera como investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM.

Y quizá porque la académica enfrenta en estos momentos la pérdida de memoria a largo plazo, habrá que recordarle que los financiamientos que recibió para llevar a cabo sus investigaciones provinieron de diversos fideicomisos, cuya extinción fue decretada por iniciativa de López Obrador, con el “voto” sometido de sus legisladores esbirros de Morena así como sus aliados.

La funcionaria egresada de la UNAM, avaló el dicho de AMLO y con sorprendente cinismo que nunca había mostrado en su brillante carrera universitaria, consideró que dichos instrumentos son “fuente de corrupción”.

Alvarez Buylla recibió en el sexenio de Vicente Fox más de 10 millones de pesos que le entregaron por medio del Fondo Sectorial de Investigación Ambiental Semarnat-Conacyt y el Fondo Institucional del Conacyt, para desarrollar tres proyectos.

Asimismo, la funcionaria recibió para el proyecto “Lancandonia Schismatica: Recurso estratégico para México y Conservación de la Selva Lacandona”, financiamiento de 5 millones de pesos. De “Las variedades transgénicas de maíces criollos y teocintles en México”, recibió un fondo 2 millones 400 mil pesos para 23 meses.

Y para el proyecto “La formación de patrones y su evolución: plantas y genes Mads-box”, 3 millones 198 mil 714 pesos para un periodo de 60 meses.

Así ha transcurrido el historial académico de la funcionaria lopezobradorista, que perdió toda la autoridad con la que contaba tras sus desastrosas declaraciones por la pérdida de memoria, la que sin duda deberá tratarse a la brevedad, so pena que el mal vaya agravándose y desemboque en el terrible Alzhaimer.