Bryan Carlos LeBaron pide a Joe Biden investigue posibles nexos de Gobiernos de Morelos y Veracruz con carteles transnacionales

  • Acusa que el argumento de la soberanía del país se ha convertido en el pretexto perfecto para garantizar la complicidad que existe entre las autoridades y los criminales en México.
  • Argumenta que  México enfrenta una crisis internacional e inevitablemente requerirá una respuesta internacional.

14/01/2022/ Chihuahua.- Bryan LeBarón envió una carta a la Casa Blanca, pidiendo que se investiguen los probables vínculos de los gobiernos de Veracruz y Morelos con diversos cárteles.

Señor presidente, le pido solicite a las agencias estadounidenses correspondientes que investiguen a fondo lo que está ocurriendo actualmente en Morelos y Veracruz, así como cualquier otro caso en el que los funcionarios del gobierno puedan ser cómplices del crimen organizado”.

Bryan LeBaron establece en su carta al presidente de Estados Unidos de Norteamérica que el presidente de México “intentará negarlo”.

“Queda claro al leer su memorándum que entiende que se trata de un problema internacional. El presidente López Obrador intentará negarlo, pero los hechos son claros. La mayoría de las drogas ilegales que ingresan a los Estados Unidos llegan a través de México. Estados Unidos produce las armas y los cadáveres son “Hechos en México”, expone LeBaron.

En su exposición de motivos el abuelo de al menos 5 de las nueve mujeres,  niños y niñas que masacraron un grupo de 100 sicarios de la delincuencia organizada, recuerda que pese a que unos cuantos han sido detenidos, “no han sido sentenciados” por la justicia mexicana, lo que evidencia la corrupción entre redes del narcotráfico y gobiernos en México

“Como se establece claramente en su memorándum, la corrupción desenfrenada de los funcionarios del gobierno y su incapacidad o falta de voluntad para hacer que los delincuentes transnacionales rindan cuentas tiene consecuencias nefastas en ambos lados de la frontera. Tal corrupción “…corroe la confianza pública; obstaculiza la gobernanza eficaz; distorsiona los mercados y el acceso equitativo a los servicios; socava los esfuerzos de desarrollo; contribuye a la fragilidad nacional, el extremismo y la migración; y proporciona a los líderes autoritarios un medio para socavar las democracias en todo el mundo”, refiere LeBarón.

En su carta a Joe Biden Bryan Lebaron  apunta que “con base a la prioridad de su administración de combatir la corrupción a nivel internacional, creo que es importante llamar su atención sobre la gravedad de la situación al sur de la frontera” y reseña lo ocurrido en los últimos días en Morelos y Veracruz, donde acusa que “Como de costumbre, no hay señales de que se esté llevando a cabo una investigación seria por parte de las autoridades estatales o federales”.

A juicio de LeBarón las masacres y documentos video gráficos y fotografías que involucran a los gobernadores Cuauhtémoc Blanco y Cuitláhuac García -a través de su secretario de Gobierno Eric Cisneros- “ilustran un probable vínculo entre mortíferas organizaciones criminales transnacionales y altos funcionarios gubernamentales en los estados mexicanos de Morelos y Veracruz”.

“El primer caso se trata de una fotografía difundida que muestra al Gobernador del Estado de Morelos, CUAUHTÉMOC BLANCO BRAVO, posando con tres conocidos cabecillas del cartel, así como la aparición de “narcomantas” o grandes carteles que se colgaban en lugares públicos detallando la relación. entre el señor Blanco Bravo y el crimen organizado”

“El segundo caso se trata de 9 cuerpos sin vida que aparecieron desnudos y empapados de sangre a un costado de una carretera en el estado de Veracruz junto con un mensaje dirigido al secretario de estado de la misma entidad, señor ERICK CISNEROS BURGOS, político cercano al Gobernador de del estado de Veracruz, CUITLAHUAC GARCIA JIMENEZ, acusándolo de ser traidor al Cártel CJNG a favor de trabajar y apoyar a sus rivales, el Cártel de Sinaloa. Como de costumbre, no hay señales de que se esté llevando a cabo una investigación seria por parte de las autoridades estatales o federales”, sostiene.

Por lo anterior Bryan Carlos LeBaron, quien se ha vuelto un activista para defender a las victimas de este país, evoca la urgente necesidad de cumplir los compromisos y tratados internacionales, trabajar en equipo y rendir cuentas entre ambos países, manifiesta el ciudadano mexicoestadounidense en su misiva a Washington.

El argumento de la soberanía del país se ha convertido en el pretexto perfecto para garantizar la complicidad que existe entre las autoridades y los criminales en México. Le cierran las puertas al mundo para defender su “monopolio de impunidad” criminal, mientras se multiplican los muertos, los cárteles, la droga y la corrupción. Todo esto ya no puede ser excusa para permitir violaciones de derechos humanos o dejar que el poder de las organizaciones criminales transnacionales quede sin control. Como países socios y vecinos, comparten los problemas y sus consecuencias, por eso exigir el cumplimiento de los compromisos y tratados internacionales no puede verse como una amenaza a la soberanía nacional, se deben compartir las metas, honrar los acuerdos, trabajar en equipo y rendir cuentas.

“A pesar de las mejores intenciones del presidente López Obrador y las innumerables promesas de mejoras futuras, la incapacidad y corrupción no permiten progresos en la lucha contra el crimen; sobran evidencias de que este es un problema que México no puede manejar por sí solo, ni debería hacerlo. A decir de todos, se trata de una crisis internacional e inevitablemente requerirá una respuesta internacional. Debemos entender que más allá de los discursos de soberanía, hay un problema compartido, por lo tanto, la solución requiere de una coordinación que trascienda fronteras, todo ello respetando los derechos de los ciudadanos de ambos países”.

Bryan Carlos LeBaron Jones fue quien después de la masacre a su familia, pidió a Donald Trump, que los cárteles fuera señalados como terroristas, Trump se lo planteó a AMLO que rechazó la opción.

El Gobernador de Veracruz ha señalado que el video que acompañó a la masacre del día 7 de enero, Cuitláhuac García Jiménez, gobernador de Veracruz, en el cual diez personas son amenazadas por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) “es un montaje mal hecho”, pues en la entidad no hay una lucha entre esta agrupación criminal y el Cártel de Sinaloa, sino conflictos entre células de la misma organización delictiva.

“Está mal hecho, no sabemos cuál era el fin, eso está investigándose, pero resultó un montaje porque quien habla dice ser familia del secretario de Gobierno y no es familiar, dice ser víctima y no es víctima, es cómplice, no está dentro de las víctimas fatales, el que habla no está entre los muertos, algunos sí; pero no está la mujer en el video, pero está entre las víctimas fatales”,

De acuerdo a la versión del gobernante Veracruzano la mujer y los hombres ejecutados abandonados en una carretera al sur del estado pertenecían a “pequeñas banditas” subcontratadas por el CJNG. “En el caso de las nueve víctimas de homicidio, se ha ya avanzado mucho y lo primero que se vislumbra es que no se trata de una pelea de un cártel contra otro, no hay una disputa entre dos cárteles, sino al interior de un cártel, entre dos bandas, una quizá con mayor fuerza, se va sobre otra; obviamente ese reacomodo, venganza o vayamos a saber; porque sí se corrobora quienes fallecieron, varios de los que fallecieron en ese hecho, estaban ligados o tenían relación con alguna de las bandas”, aseguró en conferencia de prensa.

 

CARTA de Bryan Carlos LeBaron Jones al Presidente Joe Biden.

President Joseph R. Biden Jr.
THE WHITE HOUSE
1600 Pennsylvania Ave NW
Washington DC 20500

Querido Señor Presidente,

Me gustaría comenzar agradeciéndole el memorándum Presidencial que emitió el 3 de junio de 2021, estableciendo la lucha contra la corrupción como un interés central de seguridad nacional de los Estados Unidos y enumerando los esfuerzos para prevenir y combatir esta problemática, en su país y en el extranjero como una prioridad máxima. También me gustaría expresarle mi sincera gratitud por su decisión de extender la Orden Ejecutiva 13818 con respecto al abuso de los derechos humanos y la corrupción.

Estas prioridades también son extremadamente importantes para mi familia y mi comunidad. Como recordará, en noviembre de 2019 ocurrió una masacre sin precedentes en el estado fronterizo de Sonora México, en la que nueve mujeres y niños inocentes fueron brutalmente asesinados. Todos tenían doble ciudadanía estadounidense y mexicana.

Mi prima y sus cuatro hijos pequeños estaban entre las víctimas. Luego de dispararles miles de balas, los narcoterroristas procedieron a prender fuego a su vehículo, dejándolos reducidos a cenizas. A pesar del alboroto de los medios internacionales y el amable apoyo del gobierno de los EE. UU., incluido el despliegue de agentes federales de los EE. UU. en México para ayudar en la investigación, hasta la fecha, ninguna persona ha sido sentenciada por el asesinato de nuestros seres queridos. Esto no sorprende considerando que aproximadamente el noventa y ocho por ciento de los crímenes violentos en México quedan sin resolver debido a la extrema corrupción y falta de capacidad.

Le escribo porque desde ese trágico suceso las cosas no han hecho más que empeorar.

Como se establece claramente en su memorándum, la corrupción desenfrenada de los funcionarios del gobierno y su incapacidad o falta de voluntad para hacer que los delincuentes transnacionales rindan cuentas tiene consecuencias nefastas en ambos lados de la frontera. Tal corrupción “…corroe la confianza pública; obstaculiza la gobernanza eficaz; distorsiona los mercados y el acceso equitativo a los servicios; socava los esfuerzos de desarrollo; contribuye a la fragilidad nacional, el extremismo y la migración; y proporciona a los líderes autoritarios un medio para socavar las democracias en todo el mundo”.

Con base a la prioridad de su administración de combatir la corrupción a nivel internacional, creo que es importante llamar su atención sobre la gravedad de la situación al sur de la frontera. Hace apenas unos días se dieron a conocer hechos que ilustran un probable vínculo entre mortíferas organizaciones criminales transnacionales y altos funcionarios gubernamentales en los estados mexicanos de Morelos y Veracruz.

El primer caso se trata de una fotografía difundida que muestra al Gobernador del Estado de Morelos, CUAUHTÉMOC BLANCO BRAVO, posando con tres conocidos cabecillas del cartel, así como la aparición de “narcomantas” o grandes carteles que se colgaban en lugares públicos detallando la relación. entre el señor Blanco Bravo y el crimen organizado. El segundo caso se trata de 9 cuerpos sin vida que aparecieron desnudos y empapados de sangre a un costado de una carretera en el estado de Veracruz junto con un mensaje dirigido al secretario de estado de la misma entidad, señor ERICK CISNEROS BURGOS, político cercano al Gobernador de del estado de Veracruz, CUITLAHUAC GARCIA JIMENEZ, acusándolo de ser traidor al Cártel CJNG a favor de trabajar y apoyar a sus rivales, el Cártel de Sinaloa.

Como de costumbre, no hay señales de que se esté llevando a cabo una investigación seria por parte de las autoridades estatales o federales.

Los funcionarios mexicanos así como las organizaciones criminales nos quieren hacer creer a todos que estos son solo casos aislados de grupos criminales matándose unos a otros, de la misma manera que muchas personas trataron de decir que mi familia debió haber hecho algo para merecer tener a mi prima y a ella. Niños brutalmente asesinados a sangre fría. Es la salida fácil para ellos y para la sociedad. Nadie quiere vivir en un mundo donde personas inocentes son asesinadas, violadas, secuestradas y torturadas todos los días, por lo que quieren fingir que no les puede pasar a ellos ni a sus seres queridos.

Esta mentalidad es común en muchas sociedades, incluida la mexicana. Lo vemos todo el tiempo en los casos en que se culpa a las mujeres de haber sido violadas o abusadas. No podemos darnos el lujo de seguir viendo estos casos como cuerpos al costado del camino, o como una persona más que fue secuestrada, violada o asesinada. Estos son seres humanos con nombres y familias y amigos que los aman. ¡Algo se debe hacer!

El “statu quo” es inaceptable, la situación de corrupción y seguridad aquí no mejora. El informe y análisis de la organización “Human Rights Watch” sobre la cantidad de violaciones que incluyen tortura, secuestro, violencia y asesinato que ocurrieron en México en 2021 es extremadamente alarmante, aunque la administración actual en México trata de pintar un panorama diferente cada mañana, las estadísticas reales y las familias en duelo cuentan una historia muy diferente.

El argumento de la soberanía del país se ha convertido en el pretexto perfecto para garantizar la complicidad que existe entre las autoridades y los criminales en México. Le cierran las puertas al mundo para defender su “monopolio de impunidad” criminal, mientras se multiplican los muertos, los cárteles, la droga y la corrupción. Todo esto ya no puede ser excusa para permitir violaciones de derechos humanos o dejar que el poder de las organizaciones criminales transnacionales quede sin control. Como países socios y vecinos, comparten los problemas y sus consecuencias, por eso exigir el cumplimiento de los compromisos y tratados internacionales no puede verse como una amenaza a la soberanía nacional, se deben compartir las metas, honrar los acuerdos, trabajar en equipo y rendir cuentas.

A pesar de las mejores intenciones del presidente López Obrador y las innumerables promesas de mejoras futuras, la incapacidad y corrupción no permiten progresos en la lucha contra el crimen; sobran evidencias de que este es un problema que México no puede manejar por sí solo, ni debería hacerlo. A decir de todos, se trata de una crisis internacional e inevitablemente requerirá una respuesta internacional. Debemos entender que más allá de los discursos de soberanía, hay un problema compartido, por lo tanto, la solución requiere de una coordinación que trascienda fronteras, todo ello respetando los derechos de los ciudadanos de ambos países.

Presidente Biden, usted más que nadie en este momento de la historia puede marcar una diferencia real en el esfuerzo por reducir la violencia y la corrupción en el mundo. Ruego que comience por concentrarse en trabajar con sus amigos cercanos y aliados que comparten su frontera sur. Ayúdenos a los mexicanos que todavía creemos en la libertad y la justicia a recuperar la esperanza de un futuro mejor demostrándole al mundo que su memorándum contra la corrupción internacional es más que unas bonitas palabras en un documento del gobierno.

Las vidas humanas y el futuro de los niños penden de un hilo.

Es difícil expresar la gravedad de la situación aquí, en una sola carta, pero ante este panorama lo exhorto a usar su influencia para promover una colaboración más estrecha con las autoridades mexicanas, para que sus esfuerzos conjuntos puedan tener éxito y combatan los flagelos que durante tanto tiempo han tenido a nuestras sociedades sometidas ante las organizaciones criminales.

Realmente no podemos hablar de una verdadera soberanía mexicana, cuando muchos de los que gobiernan son criminales ambiciosos que solo provocan violencia y derramamiento de sangre. Es hora de que hablemos seriamente de “Seguridad Binacional”.

Señor presidente, le pido solicite a las agencias estadounidenses correspondientes que investiguen a fondo lo que está ocurriendo actualmente en Morelos y Veracruz, así como cualquier otro caso en el que los funcionarios del gobierno puedan ser cómplices del crimen organizado.

Queda claro al leer su memorándum que entiende que se trata de un problema internacional. El presidente López Obrador intentará negarlo, pero los hechos son claros. La mayoría de las drogas ilegales que ingresan a los Estados Unidos llegan a través de México.

Estados Unidos produce las armas y los cadáveres son “Hechos en México”.

Las consecuencias internacionales descritas en su memorándum son muy reales y es hora de que ambos gobiernos tomen medidas concretas para hacer frente a estas organizaciones criminales transnacionales y los políticos corruptos que trabajan para ellas.

Hablar se ha vuelto extremadamente peligroso aquí. Lamentablemente, México es ahora uno de los países más mortíferos del mundo para los periodistas. Mi familia y yo hemos asumido un riesgo significativo al denunciar públicamente la corrupción gubernamental y la violencia de los cárteles aquí y continuaremos haciéndolo sin descanso, pero cualquier tipo de respuesta a este escrito les indicaría a los delincuentes que el presidente de los Estados Unidos de América habla en serio. Creo que podría salvar muchas vidas, por lo que es un riesgo que vale la pena correr.

Que Dios te bendiga en todos tus esfuerzos justos. Que bendiga y proteja a mi amado México, y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América.

Atentamente,
Bryan Carlos LeBaron Jones

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