Conoce algunos mitos y realidades sobre las vacunas

Existen muchos mitos en torno a las vacunas, y ello se debe en gran medida a que actualmente es difícil darse cuenta de los beneficios de aplicarlas, con el consecuente aumento en la aparición de enfermedades que se encontraban controladas como es el caso del sarampión.

Con buena higiene, saneamiento y agua potable ya no es necesaria la vacunación. FALSO 

Aunque las mejoras de la higiene, el saneamiento y la salubridad del agua ayudan a protegernos de las enfermedades infecciosas, muchas de ellas pueden propagarse independientemente de lo aseados que seamos.

Las vacunas son seguras. VERDADERO

Las vacunas son seguras. Todas las vacunas aprobadas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de diferentes fases de ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas regularmente una vez comercializadas. Además, existen sistemas de vigilancia que actualizan bases de datos sobre indicios de que una vacuna pueda tener efectos adversos.

Ese mucho más fácil padecer lesiones graves por una enfermedad prevenible que por una vacuna. La poliomielitis puede causar parálisis; el sarampión, encefalitis y ceguera; y algunas enfermedades prevenibles mediante vacunación incluso pueden ser mortales.

Es mejor la inmunidad proporcionada por las infecciones naturales que por las vacunas. FALSO

Las vacunas interaccionan con el sistema inmunitario y producen una respuesta inmunitaria similar a la generada por las infecciones naturales, pero sin causar la enfermedad ni poner a la persona en riesgo de sufrir las posibles complicaciones de la misma.

Es necesario vacunarse contra enfermedades aunque no se vean en mi comunidad o en mi país. VERDADERO

Aunque las enfermedades que se pueden prevenir mediante vacunación se han vuelto raras en muchos países, los agentes infecciosos que las causan siguen circulando en otros. Actualmente el mundo está interconectado, las fronteras geográficas se cruzan fácilmente y es posible infectar a cualquiera que no esté protegido.

Los dos motivos principales para vacunarse son protegernos a nosotros mismos y proteger a quienes nos rodean. El éxito de los programas de vacunación depende de que todos garanticemos el bienestar de todos.

Un niño puede recibir más de una vacuna a la vez. VERDADERO

La administración de varias vacunas al mismo tiempo no tiene efectos negativos en el sistema inmunitario del niño.

La vacuna contra la influenza causa la enfermedad. FALSO

La vacuna se administra para estimular una respuesta inmune específica contra los virus contenidos en esa vacuna, que son las tres cepas circulantes más prevalentes cada año.

Las vacunas causan autismo. FALSO

Un estudio en 1998 planteó la posible relación entre la vacuna triple vírica (sarampión, rubeola y paperas) y el autismo, pero posteriormente se demostró que era fraudulento y tenía graves sesgos, por lo que la revista que lo publicó se retractó y retiró la publicación.

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Hay vacunas que causan síndrome de muerte súbita. FALSO

Ninguna vacuna provoca el síndrome de muerte súbita del lactante.

Si una enfermedad es erradicada del mundo, no es necesaria la vacuna. VERDADERO

La única enfermedad erradicada mundialmente es la viruela, y ya no es necesaria la vacuna.

Las vacunas contienen mercurio y conservadores que son dañinos para la salud. FALSO

El timerosal es un compuesto orgánico que contiene mercurio y se añade a algunas vacunas como conservador.

Actualmente las vacunas para menores de 6 años no contienen mercurio, únicamente los viales multidosis contienen pequeñas cantidades, las cuales no representan ningún riesgo para la salud.

Sin vacunación, enfermedades que se han vuelto raras como la tosferina, la poliomielitis o el sarampión, pueden reaparecer rápidamente. ¡Vacúnate! Los beneficios de la vacunación superan largamente los riesgos, y sin vacunas habría muchos más casos de enfermedad y muerte.