Movimiento Mesoamericano denuncia que al endurecer las políticas migratorias que persiguen a los migrantes, se entrega de facto la gestión de la Migración – que para ellos no es migración sino desplazamiento forzado- al crimen organizado; pues la contención, el tráfico y trata, han incrementado en Veracruz, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Tamaulipas, Coahuila, y Nuevo León.