Crónica de un contagio en Palacio Nacional.

Por Mina Moreno.

Día Cero.

El día 20 de abril como todas las tardes, periodistas, fotógrafos, camarógrafos y youtubers, acreditados ante comunicación de Presidencia de la República, llegaron de forma puntal a cubrir un día más, la conferencia del funcionario público doctor Hugo López Gatell.

Fué el día en que se presentó la jefa Fabiana titular de la división de enfermería del IMSS, se llevó a cabo también la sesión del Consejo de Salubridad Nacional y todavía nos encontrabamos en fase 2.

Nadie, imaginaba lo que sólo unos días después, específicamente el 24 de abril estallaría y caería como un balde de agua fría, a todos los que cubren la rueda de prensa del doctor Gatell.

24 de abril, un día cualquiera.

“Entramos al segundo turno” fue la broma con la cual Hugo López Gatell dió inició a la conferencia del 24 de abril, todavía contaba con un muy buen humor, se aventó un chascarrillo, cuando ya tenía comprobado en su escritorio con examen médico y de laboratorio, que a uno de sus colaboradores estaba contagiado de coronavirus.

Sin embargo, había que festejar, pues ese día 24 de abril, no sólo tenían casa llena en el salón principal de la Tesorería en Palacio Nacional, sino que iba lanzar la gran noticia de su conferencia para los niños y festejar así el 30 de abril, dándoles una maravillosa oportunidad de hablar con toda una celebridad nacional, además de lanzar la campaña de marketing ¡¡Pregúntale al doctor Gatell!!

Al finalizar, la conferencia de ese viernes 24 a varios periodistas, gente de comunicación de Presidencia se les acercaron para solicitarles que no se retiraran, sin darles mayor información.

Fueron llevados a la parte trasera del estrado donde se dan las conferencias, en el lugar para sorpresa de algunos estaban los doctores Hugo López Gatell, Ricardo Cortés y José Luis Alomia, quedándose sólo el último de los mencionados.

Fué Alomia quien les hizo saber que uno de sus integrantes de comunicación de la Secretaría de Salud, había dado positivo a Codvid19, les pidieron sus datos y les comunico que una doctora les llamaría para seguimiento.

Y que conste en esta carta.

Ese mismo, viernes 24 de abril, una hora más tarde, dicha funcionaria realizó una serie de preguntas tan generales como:

¿cuál es tu nombre?

¿Conocés a V.C.?

Acto seguido, la doctora de contacto de la Secretaría de Salud, envío una foto del trabajador contagiado de siglas V.C. para saber sí habían tenido contacto, las siguientes preguntas fueron:

¿Estuviste cerca de él?

¿Hablaste con él?

¿Tienes algún síntoma?

Días después, el personal de comunicación de la Secretaría de Salud, envío una carta a los 10 periodistas mandados a cuarentena, tres hombres y siete mujeres, la carta que no es de Eufemia, aunque sí de las mismas consecuencias, dice en esencia:

“Por medio del presente se hace constar que…. es contacto de un caso confirmado de covid-19, por lo que, de acuerdo a los lineamientos estandarizados para la vigilancia epidemiológica y y diagnóstico por laboratorio de México, deberá de resguardarse de manera domiciliaria por 14 días, los cuales se cumplen el 4 de mayo del año en curso.

Ante la posibilidad de haberse contagiado y por ende, desarrollar patología de la enfermedad durante ese tiempo.”

El término de la cuarentena fue impuesto no a partir del viernes 24 de abril que les notificaron, sino lo contaron del 20 de abril al 4 de mayo.

Tan tan.

Ciertamente, el mismo viernes 24 de abril en el noticiero de Ciro Gómez Leyva dieron a conocer el contagio de un agente de las conferencias en Palacio Nacional y cayó como bomba.

Sin embargo, desde hacía ya días quien escribe estás líneas había insistido de manera reiterada la falta de sanitización del salón de conferencia en Palacio Nacional, lo cercano que estaban los compañeros periodistas y como pasaban de mano en mano el micrófono, sin ninguna limpieza, advertí de que era un foco de cultivo y que habría infectados.

Cuando paso lo inevitable que V.C. se enfermará, cuestionamos un pequeño grupo de periodistas y exigimos mejores condiciones para quienes asistían, lanzamos el hashtag #LaPrensaNoesCarnedeCañon e hicimos público salvaguardando su identidad una foto que cuestionaba porque a C.V. se le permitió ir a Palacio Nacional.

Recibí presiones para retirar de Twitter la nota, no lo hice porque lo considere no sólo un acto de intimidación, sino una violación al derecho humano de la libertad de prensa establecido en el Pacto de San José, además de censura pura disfrazada.

Hoy, también sabemos que uno de los 10 periodistas mandados a cuarentena violó la misma y se presentó a la conferencia de Salud de Gatell, el viernes 1 de mayo e hizo preguntas, tomando el micrófono.

Y, que otra periodista de Notimex también violó la cuarentena y anda en la calle reportando.

Irresponsabilidad y negligencia compartida así de claro.

Parábola.

Érase, un país donde día a día, se celebran en un lugar cerrado sendas conferencias de prensa, mañana y tarde, en plena pandemia mundial.

Hoy, sabemos que nunca estuvimos equivocados quienes siempre señalamos, que ahí iba a pasar no uno, sino varios contagios más.

Confirmados están un funcionario, un youtuber y el titular de una dependencia gubernamental, flota la pregunta.

¿Cuántos más habrá?

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