** Números Rojos .
/ Brenda Caballero /
Antes de que empiece a leer esta columna, le invito a realizar el siguiente ejercicio: Primero, piense en el salario mensual que le pagan por realizar su trabajo. Segundo: ¿es usted hombre o mujer? Y tercero: compare su sueldo con la persona del género opuesto que tenga más cerca; es decir: si es mujer, compare su salario mensual con los de su esposo o pareja; y si es hombre, al revés. Si su estado civil es soltero o soltera, haga el mismo ejercicio con algún familiar o amistad cercano. ¿Ganan lo mismo o hay una diferencia en sus salarios? ¿Es amplia esa diferencia? ¿Cree que algo tenga que ver que sea mujer u hombre?
En México como en Veracruz, las mujeres representamos la mayoría de la población pero aún sigue persistiendo una brecha salarial entre hombres y mujeres a pesar de que nosotras seamos más.
Aunque “los tiempos” van cambiando, por décadas, en nuestro país se educó a las mujeres para labores del hogar o había escuelas para señoritas donde se les enseñaba a cocinar, a coser, a bordar, a tocar algún instrumento y si se quería trabajar, en el mejor de los casos, se estudiaba una carrera técnica secretarial. La realidad era que la mayoría de las mujeres permanecían en sus casas, al cuidado de los hijos y del esposo. ¡Claro! ¡sin salario!
Esa parte sociocultural es base de la gran brecha salarial que permea hasta nuestros tiempos, a pesar de que en la Agenda 2030, dentro de sus objetivos, se tenga contemplada la igualdad de género. ¿Se logrará en ocho años?
Pero hay más. Un estudio reciente publicado por la Asociación Civil Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señaló que en 2021 había más mujeres en las carreras universitarias, un 54 por ciento. Entonces ¿Cómo pueden ganar más los hombres en la mayoría de los casos, si se supone que hay más mujeres con licenciatura, maestría y doctorado?
De acuerdo a su investigación mucho tiene que ver la selección de la carrera profesional que escojan. Es decir, de acuerdo a la matrícula de educación superior correspondiente al ciclo escolar 2021-2022 de la Secretaría de Educación Pública, hay carreras donde hay más mujeres que hombres, por ejemplo Psicología o Educación; mientras que los hombres se enfocan a ingeniería mecánica, civil o matemáticas.
A partir de 2012, las mujeres se han interesado más por las ciencias de la salud, por las tecnologías de la información, por agronomía y veterinaria, aunque el porcentaje de avance es muy lento.
El IMCO refiere esta preferencia vocacional de la carrera escogida con el salario percibido ya en el mercado laboral, lo cual comprueba a través de su herramienta Compara Carreras.
Al hacer el cruce, muestra que tres de las cinco carreras con mayor porcentaje de estudiantes mujeres (formación docente de educación inicial, trabajo social y orientación educativa) son las peores pagadas, mientras que los mejores salarios son para los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas que concentran hombres en su mayoría.
El IMCO considera que para cerrar la brecha es necesario impulsar programas de orientación vocacional con perspectiva de género que fomenten interés en las mujeres en carreras tecnológicas, usar plataformas como ComparaCarreras.org y ¿por qué no? Ofrecer modalidades de trabajo flexible o trabajar desde casa.
Y a propósito de sueldos y salarios con equidad de género, el día de hoy se llevará a cabo el Foro “Igualdad Salarial: Salario Igual por Trabajo de Igual Valor”, en punto de las once y media de la mañana en el Auditorio Sebastián Lerdo de Tejada del Congreso del Estado de Veracruz. Convoca la diputada Maribel Ramírez Topete y contará con la participación de la senadora Patricia Mercado, Claudia Corichi García, Namiko Matzumoto, Aurora Aguilar, Julieta Angulo Mejía y Norma Ramírez.
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