Por Yamiri Rodríguez Madrid.
A inicios de la presente administración federal se anunció con bombo y platillo que las secretarías serían descentralizadas, por lo que se enviarían a los estados donde mayor demanda causaban; así, en el reparto de dependencias a los veracruzanos supuestamente nos tocó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Como El Borras, primero se dijo que se trasladaría a Alvarado, pero la falta de infraestructura, no solo de un complejo que pudiera albergar a una buena parte de la plantilla, sino también de viviendas y escuelas, provocó que dieran marcha atrás y la mandaran a Xalapa, la capital veracruzana.
Y es que años atrás se construyó, cerca del Distribuidor Vial del Trébol, en la entrada/salida de la ciudad, un edificio inteligente, con lo que dejaron el edificio que durante años rentaron en la céntrica calle de Clavijero.
La sola mudanza de la delegación federal veracruzana fue un largo y meticuloso proceso, a fin de que todo el equipo de cómputo estuviera bien instalado; cada caja y cada archivo llegara a su oficina y escritorio de destino sin riesgo de perderse, además de que para el personal que viene de municipios como Coatepec, Emiliano Zapata y Banderilla, se les dio un periodo de adaptación por el cambio de rutas. Ahora imagínese mudar toda una secretaría, o al menos a su personal de confianza, pues, los sindicalizados difícilmente podrán cambiarlos o despedirlos por negarse a cambiar de residencia.
Aunque el 8 de febrero se formalizó la mudanza, realmente no ha pasado absolutamente nada, salvo la visita de 3 días a la semana de algunos funcionarios de alto nivel que solo vienen a despachar algunas citas y el haber reservado un piso completo para ellos.
Aunque algunos xalapeños estaban esperanzados en que esto reactivaría la economía de la zona con renta de vivienda, movimiento en hoteles y alimentación, nada de eso ha pasado. Como quien dice: pura simulación ante lo que sería un gasto millonario e innecesario.
@YamiriRodríguez
