14 junio 2020.- Las posibilidades de morir de casi 80 pacientes de UCI con respiración artificial que recibieron tocilizumab, un fármaco que bloquea la molécula IL-6, se redujo un 45 %. Aunque el pequeño estudio podría estar sesgado al incluir doble ciego, Roche lo va a investigar en profundidad combinado con remdesivir.
La enfermedad viral (covid-19) que provoca la pandemia de coronavirus está afectando a millones de personas. Y las posibilidades de quienes acaban conectados a una máquina de respiración artificial en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) son poco esperanzadoras. Más de la mitad de estos casos fallece.
El medicamento fue exitoso, de acuerdo a los médicos de la Universidad de Michigan (EE. UU.) Que se propusieron controlar la desenfrenada reacción inmunológica que empuja a algunos pacientes de COVID-19 a esa espiral de la muerte. Para llevarlo a cabo, tomaron a 78 pacientes conectados a respiradores y les administraron tocilizumab, un fármaco que bloquea la molécula IL-6 en el cuerpo, responsable de dicha reacción ante una infección. (Roche vende este medicamento con el nombre comercial Acterma).
En un artículo publicado en preprint los médicos afirman que los pacientes que recibieron este medicamento tuvieron un 45 % menos de probabilidades de morir que los que no lo tomaron. Pero existe un importante punto en contra: los médicos sabían qué pacientes recibieron el fármaco y cuáles no. Sus elecciones para el grupo al que se le administró el medicamento podían haber estado sesgadas, por ejemplo, pudieron haber escogido a las personas con más probabilidades de mejorar de todas formas, por lo que se necesitan más estudios.
A finales de mayo, Roche dijo que empezaría un ensayo para combinar su bloqueador de IL-6 con el medicamento antiviral remdesivir, que ha demostrado modestos beneficios y obtuvo la Autorización de Uso en Emergencia en EE. UU. para el tratamiento de la COVID-19. Su función es bloquear la replicación del virus.
Al combinar ambos medicamentos, los médicos podrían conseguir un cóctel capaz de reducir la tasa de letalidad del virus, un paso que ayudaría a la sociedad a volver a la normalidad.