Entre 2020 y 2021 aumentó 67.3 % cifra de víctimas de trata de personas en México,

Mediante una cátedra sobre este tema, la UNAM reúne el conocimiento y tiene instrumentos para construir capacidades profesionales: Mario Luis Fuentes

En ocasiones el proceso de enganche es con base en el enamoramiento, afirma. Foto: Francisco Parra.

La crisis en el sistema judicial, la falta de denuncias y la enorme tolerancia a las violencias son algunos de los factores que han generado que el delito de trata de personas crezca en la presente centuria, afirma el titular de la Cátedra Extraordinaria de la UNAM sobre el tema, Mario Luis Fuentes Alcalá, quien apunta que se creía que este sería el siglo de los derechos humanos.

Con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas (30 de julio), la Organización de las Naciones Unidas también alerta que en todo el mundo, especialmente en los países en desarrollo, las medidas contra este delito parecen deteriorarse, pues las tasas de detección cayeron un 11 % en 2020, las condenas en un 27 %, lo que ilustra una ralentización mundial de la respuesta de la justicia penal a la trata.

Además, con la pandemia por Covid-19 este delito también se ha vuelto aún más clandestino, aumentando potencialmente los riesgos para las víctimas, lo que hace menos probable que las autoridades conozcan de estos casos graves de violaciones a derechos humanos.

“Los datos que tenemos de personas sentenciadas por trata son menores, porque el sistema judicial castiga por el delito demostrable, no el realizado. Hay muchas sentencias que probablemente hayan sido trata, pero son por otros delitos”, asegura el doctor en Ciencias Políticas.

La ONU reporta que el 41 % de las víctimas que consiguen escapar de esta terrible experiencia acuden a las autoridades por iniciativa propia, otra clara señal de que las medidas de lucha contra la trata se quedan cortas.

El también presidente del Patronato Universitario de la UNAM detalla que al iniciar el siglo XXI surgió con mucha fuerza la conciencia internacional sobre la trata de personas, que es una violación integral a los derechos humanos y cuyo antecedente sería la esclavitud.

Frente a este delito que impulsa el crimen organizado, aunado al tráfico de armas y de drogas, y que es una suma de múltiples violencias, surgió un movimiento mundial para implementar una estrategia global para su combate.

Así se efectuó la Convención de Palermo en la que se acordó que se requería acciones globales para enfrentar el enganche de las personas, su traslado, explotación y sumisión. En ese sentido, los países establecieron leyes y México no fue la excepción, generó normas e instituciones para perseguir el delito.

Sin embargo, la desconfianza en el sistema judicial, a las policías y a la autoridad se ha convertido en uno de los problemas estructurales para hacerle frente. “Las personas desconfían de la patrulla, de la autoridad, porque toma mucho tiempo denunciar, porque no pasa nada, porque también puedes acabar vinculado…esa es una hipótesis de por qué no hemos podido hacer mucho frente a este flagelo”, asevera.

Este año el tema de la efeméride es: “Llegar a todas las víctimas de la trata, sin dejar a nadie atrás”.

Víctimas

La trata es despojar a un ser humano de todos sus derechos y convertirlo en “algo” que consume otro ser humano. Se puede asegurar que una víctima de este delito lo ha sido también de múltiples violencias: psicológica, económica, social e incluso sexual, asegura el doctor en Ciencias Políticas y Sociales, quien fue presidente del Consejo Consultivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef México 2008-2010) y es miembro permanente.

La trata, prosigue, es uno de los delitos más rentables e impunes, y no sólo se manifiesta en la explotación sexual, sino también en la mendicidad y el trabajo forzado, incluso, en el matrimonio forzado.

“Algo que no logra ser percibido como uno de los grandes delitos del siglo XXI es la explotación laboral: niñas y niños en mendicidad forzada, en los campos de cultivo, así como el reclutamiento obligado para vincularlos a actividades del crimen organizado.

“Hay testimonios sobre organizaciones criminales que van a localidades y toman jóvenes de 13, 14 años y los reclutan. También hay relatos de familias que venden a la hija o hijo o los dan en matrimonio forzado”, insiste.

El experto hace hincapié en que antes se consideraba que la trata iniciaba con el secuestro o sometimiento de una persona. Ahora también se ha documentado que en no pocas ocasiones el proceso de enganche es con base en el enamoramiento.

“Hay sujetos que requieren tanto afecto que asumen que hay una relación de amor con otra persona y después se dan cuenta de la explotación. El método de enganche son las redes sociales”, alerta.

Fuentes Alcalá advierte que las personas en tránsito en nuestro país o que migran a otros lugares también son vulnerables a múltiples delitos, incluida la trata.

También se manifiesta en la explotación laboral y en mendicidad forzada.

Docencia e investigación

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha sido un espacio donde, de manera permanente, se reflexiona, analiza y estudian las violencias, y hace 10 años se sumó a esta tarea la Cátedra Extraordinaria Trata de Personas, que ha contribuido con estudios y propuestas para enfrentar este delito, así como para fortalecer las políticas públicas y las acciones sociales que encaren las violencias, afirma el experto de esta casa de estudios.

Cuenta con un seminario permanente en el que mensualmente, investigadores de la Universidad y de otras instituciones, así como actores de la sociedad civil, legisladores, entre otros, exponen y sociabilizan su conocimiento.

Además, se diseñó un diplomado a distancia mediante el cual se fortalecen y certifican las capacidades profesionales de funcionarios de distintas áreas de procuración de justicia, de protección y atención a víctimas, entre otros. En sus siete ediciones suma ya 1,400 egresados.

Asimismo, la Conferencia Regional sobre Migración, organismo de Naciones Unidas, solicitó a la UNAM crear un diplomado para servidores públicos, funcionarios, organizaciones de la sociedad civil de 12 naciones de Centroamérica y el Caribe, del cual han egresado 172 profesionales –en dos ediciones– y actualmente hay 160 más inscritos.

“Esto consolida a la UNAM, vía la Cátedra, como un espacio que reúne el conocimiento y tiene instrumentos para construir capacidades profesionales”, afirma Mario Luis Fuentes Alcalá.

La Cátedra –que está albergada en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y en cuyo consejo académico participan el Instituto de Investigaciones Sociales, la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, la Escuela Nacional de Trabajo Social, la Facultad de Derecho y el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo– ha impulsado investigaciones, principalmente en Chiapas, en la región del Soconusco.

Además, ha generado premios para reconocer las mejores tesis e investigaciones doctorales, de maestría y licenciatura, así como para ensayos periodísticos y contenidos multimedia, que apoyen tareas fundamentales como promover la denuncia de la trata y comunicar la noción de riesgo.

Actualmente también trabaja con la Facultad de Psicología en el diseño de un curso respecto al trauma que enfrentan las personas víctimas de este delito, y con la Facultad de Derecho colabora en la creación de una asignatura optativa sobre trata de personas.

Entre el 2020 y el 2021 aumentó un 67.3 % el número de víctimas de trata de personas en México, así lo expone el informe Global Report On Trafficking In Persons 2022 difundido por la Oficina contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas (UNODC, por sus siglas en inglés) a principios del año en curso.

Las cifras, de acuerdo con UNODC, fueron contabilizadas por la Secretaría de Gobernación y apuntan que durante el 2020 se registraron 1,316 víctimas de este delito, para el 2021 los números subieron a 2,202 casos registrados.

Asimismo, el estudio subraya que la modalidad de explotación que creció de manera más significativa es la sexual, la cual pasó de 982 casos a 1,305, un incremento mayor al 30 % que toma en cuenta tanto a menores como mayores de edad.

La mendicidad forzada igualmente registró un alza casi del 50 %, pasó de 59 a 87 casos registrados; mientras que el trabajo forzado subió 175.3 % con 231 víctimas en 2020 y 636 en 2021.

La publicación subraya que la cantidad de investigaciones abiertas ligadas a délitos de trata de personas aumentaron más de un 50 %, al pasar de 1,106 a 1,695 víctimas. Aunque agregan que la mayoría de los casos nunca son denunciados ante las autoridades.

En el mundo la situación marca una tendencia a la baja al registrarse una disminución del 11 %. Esto podría deberse a diversos factores, así lo explican:

“Las disminuciones en las víctimas detectadas se han registrado en gran medida en países de ingresos bajos y medianos: naciones con sistemas de justicia, sociales y de salud que han luchado para hacer frente a la Covid-19 y sus consecuencias, y puede que no tengan los recursos para responder a los desafíos del rastreo”.

En nuestra zona geográfica, América del Norte experimentó un aumento del 16 % en casos relacionados a la trata de personas por cada 100,000 habitantes, siendo las modalidades de tráfico doméstico (16 %) y tráfico transfronterizo (16 %) las de mayor aumento; mientras que Centro América y el Caribe registró una disminución del 36 % y el tráfico doméstico bajó un 41 %.

La UNODC expone que “dos tercios de las víctimas detectadas que experimentan explotación sexual en América del Norte son mujeres, y el 27 por ciento son niñas. Alrededor del 2 % de las víctimas de la trata con fines de explotación sexual detectada en los Estados Unidos son personas transgénero (incluidos hombres, niños, mujeres, niñas y personas no binarias) y alrededor del cuatro por ciento son varones, niños y hombres”. De acuerdo al desglose global de la ONU, el 42 % son mujeres adultas, el 18 % niñas, el 23 % hombres adultos y 17 % niños.

Estudio: https://www.unodc.org/lpomex/uploads/documents/Publicaciones/Crimen/GLOTiP_2022_web.pdf

Gaceta UNAM