/ Carlos Alberto Duayhe /
Vamos enfilados hacia la sucesión presidencial en México, la velocidad se acrecienta e inevitables son, sin adivinar el futuro, las acciones y sorpresas que nos esperan.
Y no es la economía como dijo por ahí un día el señor Clinton; pos qué más, dirían los paisanos, brincó alguien por ahí: el poder, nada más que el poder.
Y esto nos lleva a la marcha en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), en la que participaron de chile, de dulce y de manteca –tal cual- que se llevó a cabo el pasado domingo 13 en distintas urbes del país y de forma destacada en la de la Ciudad de México, en defensa del Instituto Nacional Electoral, en contra de las intenciones del gobierno de hacer una reforma de fondo en ese órgano autónomo.
En esa marcha vaya que les llovió a los destapados de Morena y al propio presidente López Obrador en todo el Paseo precisamente de la Reforma de la capital del país, incluidos los consabidos insultos que nunca faltan.
Más allá de los evidentes sinsabores causados a la facción política que ahora maneja los hilos del poder, viene de esa acción –dixit Newton- una reacción.
Ahora tendremos una megamarcha encabezada por el propio ejecutivo federal prevista este 27 de noviembre, antes de rendir su cuarto informe de gobierno.
Saldrán del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino varios cientos de miles de conciudadanos a equilibrar fuerzas contra los defensores del INE actual y contra las políticas gubernamentales del régimen, con aquello de que primero los pobres.
De paso apuntalar a como dé lugar el desequilibrio a la inercia sucesoria que trae la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheimbaun, cuya imagen vaya que salió raspada. Es el punto central, la reacción que necesitan.
Y hasta donde se avizora, el partido Morena aún lleva posibilidades de mayoría en el 2024, en lo cual confía aún el propio huésped del Palacio Nacional.
Miles de personas caminaron a favor del INE y contra el gobierno, incluso sin militar en ningún partido.
Ahora, otros tantos lo harán en pro de la reforma y de López Obrador, incluso sin militar en Morena.
De nuevo el poder y algo imparable, la democracia.
Atraques
1. Por décadas crecimos bajo los enunciados de fabricación, productividad y eficiencia, triada que permitía incluso aprovecharse de muchos negocios a la sombra de la administración pública; hoy se impone además equilibrios con educación, cultura, ciencia, tecnología y estado de derecho como ejes de crecimiento y desarrollo.
2. El senador Ricardo Monreal asegura que la Festividad de navideña deja de estar concurrida entre familias debido a las discrepancias políticas e incluso entre amigos, por lo que él quiere con o sin el consentimiento de ya saben quién, lanzarse a la candidatura a la presidencia para conciliar, ojalá al menos no vaya a cenar con su hermano Alejandro Moreno.
3. Recuerdo que cuando se hizo la carretera de dos a cuatro carriles entre Minatitlán y Coatzacoalcos –allí el polo petroquímico más grande del país- en medio del pantano, un tramo de un kilómetro, que presentó un fondo de agua inalcanzable, costó más que todas las obras de 27 kilómetros. Pues en esa vía está el tiradero conocido como Las Matas, sobre el mismo pantano, al que acarrean millones de toneladas de basura de la zona conurbada Minatitlán, Cosoleacaque, Coatzacoalcos, en 27 hectáreas. Los incendios en tiempos primaverales y verano cierran toda visibilidad y pasan los años y nada que se recupera esa zona lacustre. Ojalá el gobierno federal le entre a la brevedad.