Población mexicana rechaza la vacuna Abdala

‘En parte por las fechas, en parte por las dudas que ha sembrado la vacuna, las personas acuden a cuentagotas a administrarse el refuerzo’, confirma ‘El País’.

28.12.2022. México.- La afluencia de personas a los centros de vacunación habilitados por la Secretaría de Salud de la Ciudad de México donde se inocula el fármaco cubano Abdala es pobre, pese a que el país vive una sexta ola de contagios por Covid-19 y el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha comprado el medicamento y alabado sus propiedades.

Así lo corroboró el diario español El País, que indicó que entre las razones del poco éxito de la iniciativa está la desconfianza hacia un inyectable que no protege de las variantes de Ómicron, más contagiosas y expandidas hoy, y a que Abdala no ha sido avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La campaña de vacunación de refuerzo, dirigida a los mayores de 18 años, arrancó el 21 de diciembre, pero según el reporte, “en parte por las fechas, en parte por las dudas que ha sembrado la vacuna cubana, las personas acudían estos días a cuentagotas a administrarse el refuerzo”.

Las autoridades de la Isla, que mantienen excelentes relaciones políticas con el Gobierno de México, celebraron días atrás el envío al país vecino de 4.000.000 de dosis de Abdala, de las que se aplicarían 400.000 en todos los centros de vacunación de Ciudad de México.

Hugo López Gatell, subsecretario de Salud, anunció al respecto: “Tuvimos ya la recepción de más de cuatro millones de dosis de la vacuna cubana Abdala, una vacuna altamente efectiva que estaremos utilizando en distintos esquemas de refuerzo de la población adulta”.

Sin embargo, El País conversó con Verónica Athié, doctora en Inmunología y parte de la iniciativa “Vacunemos con evidencia”, quien señaló: “No es la vacuna adecuada para usarse como refuerzo porque está dirigida a la cepa original, no hay estudios para tal uso y esto no nos va a proteger contra las variantes de Ómicron”.

El reporte corroboró el viernes 23 de diciembre en la mañana que para vacunarse en el Hospital Doctor José María Rodríguez, en la colonia Asturias de la capital mexicana, había diez personas.

Wenceslao Hernández, uno de los presentes, quería ponerse la Abdala tras recibir antes cuatro dosis de Astra Zeneca. “No hay que tener miedo, porque si no nos la ponemos nos va a ir peor y nos vamos a morir asfixiados”, dijo el individuo de 60 años.

Un funcionario del Gobierno local confirmó a El País que en dos horas de la mañana unas 40 personas habían asistido a vacunarse en ese centro asistencial.

En el mismo sitio, Sandra Barba, de 36 años, comentó tras ponerse la Abdala: “En realidad estuve muy indecisa, porque no hay información suficiente ni la misma evidencia que existe para otras vacunas. No sé si sirva como refuerzo. Solo lo hice porque me puse mi última vacuna el 21 de octubre de 2021, es decir, tenía más de un año sin refuerzo ni nada. Esto es lo único que hay en México, no es como que tengamos opciones. Pensé que era mejor tener algo que nada. Pero no estoy satisfecha ni tranquila”.

La Secretaría de Salud de México asegura que el 84% de los mayores de cinco años están vacunados en el país, mientras que La Habana afirma que su presunta victoria sobre la enfermedad es resultado de los inyectables de producción propia. No obstante, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) nunca ha aclarado por qué usó, aparte de los fármacos cubanos, la china Sinopharm, y tampoco ha dicho cuántas dosis aplicó de ese medicamento.

Hace más de un año que las autoridades cubanas anunciaron que harían los trámites necesarios para recibir el aval de la OMS para sus vacunas. Luego de varios anuncios, prórrogas y dilaciones, hasta noviembre último el proceso de evaluación de Abdala estaba pendiente y sin fecha para un veredicto.

Días atrás, el Gobierno cubano admitió que el proceso de evaluación y reconocimiento de sus vacunas va con atrasos por cuestiones de producción y falta de liquidez.

No obstante, hasta el momento los inyectables cubanos han sido vendidos a aliados políticos como Vietnam, Nicaragua, San Vicente y Granadinas, Bielorrusia, México e Irán, mientras que países como Siria habrían recibido donativos. Esto, gracias a autorizaciones de los reguladores nacionales.

Pero, como recordó Verónica Athié a El País, “si la OMS no ha avalado es porque no se han cumplido todos los requisitos técnicos requeridos que dan confianza para considerar que esa vacuna vaya a ser segura y eficaz”.

“Cuando se desarrolla una vacuna se elige como diana un pedacito de alguna de las proteínas del microorganismo. Para la vacuna Abdala eligieron al dominio RBD de la proteína de la espícula del SARS-CoV2. Este dominio es justo el que más ha modificado con las mutaciones del virus”, enfatizó.

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Fuente: DiariodeCuba