Puntos de inflexión antes de 2024

/ Por Guadalupe González Chávez/

Como ha cambiado aceleradamente el ambiente latinoamericano y caribeño a lo largo de 2023, es de prever que la tendencia continúe en la medida que se desarrolla el cambio de año. Los principales temas de conversación están en los intercambios que desean los mejores deseos en este periodo.

La distensión en algunos casos se ha logrado ante controversias con la participación de nuevos actores y modos de hacer ante problemas antiguos.

No sólo las alternativas ante cuestiones de fronteras bilaterales o de los procesos político-electorales. La expectativa es enorme por su repercusión para la estabilidad e integración de toda la región.

Los puntos de inflexión y los acuerdos tomados en la zona son importantes para esta transición al nuevo año. Como el cambio de gobierno en Guatemala, las acciones ante la prolongada y profunda crisis en Haití, el desarrollo de la infraestructura para movilidad de personas y logística mesoamericanas, y los procesos de cambio político regionales.

El cambio político en Guatemala tiene un profundo impacto regional, ya que la atención está en la posibilidad de que el territorio avance a procesos de distensión, en medidas que permitan un nuevo espacio para el diálogo interno en nuevas condiciones para la gobernanza en el país centroamericano.

Guatemala es una nación muy relevante para el fortalecimiento de la posición global de la región, de las relaciones con sus vecinos, Belice, México y Honduras, con el resto de Latinoamérica y El Caribe. Una condición favorable para mayores acercamientos en asuntos de común interés en los foros globales.

El inicio de operaciones de la nueva cadena de ferrocarriles en México acerca paulatinamente la región Sur y Sureste de nuestro país con las rutas globales del Pacífico, el Caribe y el Atlántico, con América Central.

Esto se suma a las rutas de conectividad que cambian el camino del desarrollo para toda la zona.

Pero, sin duda, la mayor expectativa está en el cambio de condiciones para lograr una solución regional al problema cada vez más grave de la falta de acuerdos suficientes para enfrentar la inmigración y la movilidad de las personas. Un asunto que depende no solamente de los países mesoamericanos y caribeños.

En ese contexto, los acuerdos y anuncios que resulten del encuentro de alto nivel entre México y Estados Unidos que entra en una nueva etapa esta última semana del año, en la capital mexicana, serán de alto impacto.

Los mejores deseos para las mejores expectativas y condiciones para 2024 en adelante.