* La jueza determinó que el acusado de violaciones y abuso sexual ya tenía más de 60 denuncias públicas en su contra y que por lo tanto, no se logró configurar el daño moral, de una de sus presuntas víctimas.
14.03.2023.Ciudad de México.- La justicia actuó en favor de las denunciantes de abuso sexual, cuando la jueza 51 del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Patricia Méndez Flores, rechazó la demanda por daño moral que interpuso Andrés Roemer, en contra de una de sus denunciantes, el 22 de agosto de 2022.
Andrés Roemer había interpuesto la demanda moral desde Israel, desde donde se encuentra desde el momento en que muchas mujeres lo denunciaron por acoso y abuso sexual, argumentando “abuso del derecho a la libertad de expresión y de información”. Un ardid legal que muchos abusadores con poder hacen para cansar a sus víctimas y agotar sus recursos. Esto, teniendo en cuenta que hay cinco órdenes de aprehensión contra él y que hasta el momento no ha decidido presentarse a tribunales y colaborar con la justicia.
La jueza determinó que en esta demanda civil ya había más de 60 denuncias públicas en su contra y que por lo tanto, no se logró configurar el daño moral. Además, no se lograba configurar la situación de concatenación entre lo expresado en su demanda y los daños que, supuestamente, quería hacerle pagar a una de sus denunciantes.
Ximena Ugarte, abogada del caso, celebró la notificación que hizo el juzgado diciendo:
«Esta resolución pone un piso muy favorable para el movimiento de mujeres de México. Pone un piso de un avance importante en la exigencia de derechos de libertad de expresión. Pone un piso también muy importante para hacerle saber a las fiscalías, a los tribunales que, si bien el camino de exigencia puede ser por la vía pública, el camino real debe de seguir siendo por los medios formales a través de las denuncias que se pueden hacer en las fiscalías.»
Por lo anterior, también exigió que las fiscalías hagan los métodos más sencillos para que las víctimas puedan acudir a estas instancias y para que puedan obtener esa justicia formal del Estado.
Denunciar la violencia sexual contra las mujeres no puede, ni debe, convertirse en una acción de alto riesgo
Finalmente, la abogada dijo: “El miedo cambió de bando. Ellos son los que tienen que tener miedo. Nosotras ya ganamos una resolución. Ella ya ganó una resolución.”
