La candidatura de Alicia Bárcena para presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) terminó en un perfecto y previsible desastre. Y no precisamente por culpa de tan respetada funcionaria.
Esta historia tuvo un origen malsano, por decirlo suavemente, por parte de la cancillería mexicana. Como ya es sabido, EU propuso el nombre de la exembajadora en Washington, Martha Bárcena, para encabezar el BID, cosa que no agradó ni tantito en la Relaciones Exteriores.
¿Cómo se zafaron de tal situación? Aquí viene lo absurdo y malhecho: Quisieron hacer creer que se trataba de la exsecretaria de la Cepal. Una mera “confusión”, dado que ambas comparten el mismo apellido. Y metieron velocidad para evitar cualquier arreglo.
El gobierno de México soltó el nombre de Alicia Bárcena de manera precipitada (al tiempo que presentaba credenciales como embajadora de México en Chile), sin haber cabildeado anticipadamente con los países latinoamericanos y mucho menos con Joe Biden y su equipo en EU.
Llegado el momento del análisis de las distintas candidaturas, en EU rechazaron la propuesta de la bióloga. Desde el Departamento del Tesoro avisaron claramente al secretario de Hacienda —a quien corresponde realmente manejar este nombramiento, y no a la SRE—, que esta candidatura no pasaba.
Rogelio Ramírez de la O informó al presidente López Obrador de la situación. Quedaba claro que la candidatura de Alicia —que tampoco logró el apoyo latinoamericano más que de Bolivia— no pasaría.
Buscaron entonces otra opción. Surgió el nombre de Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México. Su candidatura al BID, pensaron, podría darle una salida honrosa al economista (AMLO ya no lo quiere en el Banco de México y lo más probable es que no sea ratificado en el cargo al término de su mandato a fines de diciembre próximo).
Dos nombres, ciertamente —tanto el de Alicia como el de Gerardo— que son reconocidos y respetados en sus respectivos campos. Pero el problema ahora es que a Esquivel le podría ocurrir lo mismo que a Bárcena si no se trabaja la candidatura del economista como debe de ser. Esto es, cabildeando.
A Esquivel, por añadidura, no lo conocen en Washington. Acaso podría contar con el apoyo del exsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, actualmente director global de gobierno del Banco Mundial. El punto es que, ojalá, hagan bien la tarea esta vez y dejen de llevarse entre las patas a gente con prestigio.
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GEMAS: Obsequio de la embajadora Alicia Bárcena: “Me he comunicado con el Presidente @lopezobrador_ quien ha acogido con afecto y comprensión mis razones personales por las cuales le he solicitado retirar mi candidatura al @el_BID Agradezco el apoyo recibido por @R_Ramirez_O @m_ebrard y sus equipos en este proceso”.
POR MARTHA ANAYA
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